martes, 7 de junio de 2016

Jesús no deja de hacer brillar la victoria de la gracia que da vida, dijo el Papa

REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

Ahora mismo Jesús nos resucita y nos devuelve vivos a la Iglesia, cuando le damos los pecados y él los borra. Una especie de resurrección es la de Pablo, dijo Francisco el 5 de junio del 16. Cuando reflexionó sobre la victoria de Dios sobre el dolor y la muerte; sobre el Evangelio de la esperanza que surge del Misterio Pascual de Cristo, dijo que “una especie de resurrección es también la del apóstol Pablo, que de enemigo y feroz perseguidor de los cristianos se convierte en testigo del Evangelio (cf. Ga 1,13-17)”.

Y afirmó que este cambio radical no fue obra de Pablo, sino don de la misericordia de Dios, que lo “eligió” y lo “llamó con su gracia”, y quiso revelar “en él” a su Hijo para que lo anunciase. “Pablo refiere que Dios Padre tuvo a bien manifestar a su Hijo no sólo a él, sino en él, es decir, como imprimiendo en su persona, carne y espíritu, la muerte y la resurrección de Cristo –explicó Francisco-.”

¿Que pensás y sentís sobre esto? El Obispo de Roma dijo que “también con los pecadores, a todos y cada uno, Jesús no deja de hacer brillar la victoria de la gracia que da vida… Él toma consigo todos nuestros pecados, los borra y nos devuelve vivos a la misma Iglesia. Y esto sucede de modo especial durante este Año Santo de la Misericordia”. @jesuitaguillo

 


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