martes, 5 de julio de 2016

“Como ovejas en medio de lobos los envío”, Francisco reflexionó sobre estas palabras de Jesús

REFLEXIOENS EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz

La hostilidad está desde siempre, desde el comienzo, con las persecuciones de los cristianos. Jesús sabe que la misión es obstaculizada por la acción del maligno.

Reflexionando sobre este pasaje del Evangelio, el 3 de julio de 2016, el Papa se preguntó ¿con qué espíritu el discípulo de Jesús deberá desarrollar la misión? Y explicó: “Ante todo, el discípulo debe tener conciencia de la realidad difícil y a veces hostil que le espera. Y Jesús no ahorra palabras sobre esto ¡eh! Jesús dice: ‘Yo los envío como a ovejas en medio de lobos’ (Lc.10,3), clarísimo. Es la hostilidad que está desde siempre, desde el comienzo de las persecuciones de los cristianos, porque Jesús sabe que la misión está obstaculizada por la obra del maligno”.

Esta realidad difícil y hostil funda la necesidad de ser libre de todo, para confiar solamente en el poder de la Cruz, insistió Francisco: “El obrero del Evangelio se esforzará en estar libre de condicionamientos humanos de todo tipo, no llevando ni dinero, ni alforja, ni calzado (Lc.10,4), como recomienda Jesús, para confiar sólo en el poder de la Cruz de Cristo. Esto significa abandonar todo motivo de vanagloria personal, de arribismo, de fama,  de poder, para ser instrumentos humildes de la salvación obrada por el sacrificio de Jesús, muerto y resucitado por nosotros».

 


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