domingo, 30 de abril de 2017

Conferencia de prensa del Papa en el vuelo de regreso de Egipto

(RV).- De la crisis nuclear norcoreana a las migraciones, a las protestas en Venezuela, pasando por el papel de la ONU, las presidenciales en Francia y el camino ecuménico. Son sólo algunos de los temas tocados por el Papa en la conferencia de prensa durante el vuelo de regreso de El Cairo.

El camino de la diplomacia es la única solución a la crisis norcoreana

El Para reflexionó sobre los peligros y amenazas de una guerra nuclear, llamando a los líderes involucrados a las negociaciones: “Esta guerra mundial a pedazos, dijo, de la cual hablo desde hace dos años, más o menos, es a pedazos, pero los pedazos se han alargado, y también se han concentrado. Se concentraron en puntos que ya eran “zonas calientes”, porque esto de los misiles de Corea hace un largo año que se está realizando, pero ahora parece que la cosa se ha caldeado mucho. Yo llamo siempre a resolver los problemas por la vía diplomática: por las negociaciones… porque es el futuro de la humanidad. Hoy una guerra ensanchada destruirá, no digo la mitad de la humanidad, pero una buena parte de la humanidad y de la cultura… todo, todo”.

El  papel de la ONU

La humanidad, reitera el Papa, “no sería capaz de soportar tanto". El pontífice mira a las áreas geográficas en donde están los “fuegos de guerra”: del Oriente Medio al África. Habla de los países mediadores, como Noruega, pero también de los organismos internacionales: “Creo que las Naciones Unidas tienen el deber de volver a tomar en mano su leadership, porque se ha diluido un poco”.

El presidente Trump

En este contexto, alguien pregunta al Papa si recibirá al presidente estadounidense Donald Trump, cuando éste visitará Italia con motivo del G7. El pontífice no ha sido aún informado a propósito de un pedido de visita en tal sentido pero reitera: “Yo recibo todo jefe de Estado que pide audiencia”.

La crisis en Venezuela

Sobre la crisis internacional, concretamente la de Venezuela, que últimamente ha degenerado de modo muy grave provocando numerosas víctimas.Se le preguntó al Papa si la Santa Sede y él en particular, piensan relanzar la intervención pacificadora y cuáles formas podría asumir dicha acción: “Hubo una intervención de la Santa Sede bajo pedido fuerte de los cuatro presidentes que estaban trabajando como facilitadores, y… la cosa no resultó. Y quedó ahí. No resultó porque no… las propuestas no eran aceptadas, o se diluían, o era un “sí, sí” pero “no, no”. Todos conocemos la difícil situación de Venezuela, que es un país al que yo quiero mucho. Y sé que ahora están insistiendo… no sé bien de dónde – creo que de los cuatro presidentes – para relanzar esta facilitación, y están buscando el lugar. Yo creo que tiene que ser con condiciones ya. Condiciones muy claras, ¿no? Parte de la oposición no quiere esto. Porque es curioso, la misma oposición está dividida. Y, por otro lado, parece que los conflictos se agudizan cada vez más. Pero hay algo de movimiento. "Hay algo de movimiento, estuve informado de eso, pero está muy en el aire todavía". Pero todo lo que se pueda hacer por Venezuela hay que hacerlo. Con las garantías necesarias. Si no, jugamos al "Don Pirulero", ¿no?, y no va la cosa. Gracias.

Los migrantes

La mirada del Papa, respondiendo a una pregunta sobre los populismos en Europa y las presidenciales en Francia, se detiene sobre otra grande emergencia de hoy: las migraciones: “Es verdad que Europa está en peligro de disolverse: esto es verdad. Lo dije suavemente en Estrasburgo, lo dije más fuertemente en Carlo Magno y últimamente sin matices. Debemos meditar sobre eso sólo, ¿no? La Europa que va del Atlántico a los Urales. Hay un problema que asusta a Europa y tal vez alimenta: el problema de las migraciones. Esto es verdad. Pero no olvidemos que Europa ha sido hecha por los migrantes: siglos y siglos de migrantes… Somos nosotros… Pero es un problema que debe estudiarse bien, y también respetar las opiniones… Pero opiniones honestas de  una discusión política con mayúsculas, grande: una Gran Política, no con la pequeña política del país que al final termina cayendo. 

Los campos de refugiados

Y cuando se le preguntó si la definición de "campos de concentración" que utilizó durante su visita a la Basílica romana de San Bartolomé en la Isla Tiberina para indicar la situación de ciertos campos de refugiados fue un lapsus, el Papa reitera: "Hay campos de refugiados que son verdaderos campos de concentración. Hay quizás alguno en Italia, alguno en otra parte… en Alemania no, seguro que no. Pero piensen qué cosas pueden hacer las personas que están encerradas en un campo y no pueden salir. Piensen en eso que sucedió en Europa del norte cuando querían cruzar el mar para irse a Inglaterra. Están encerrados.

El caso Regeni:

A propósito de las conversaciones mantenidas en Egipto, en particular con el presidente Al Sisi, la prensa italiana  preguntó al Pontífice si se ha hablado del caso de Giulio Regeni. Francisco contestó que se trata de conversaciones privadas y que “por respeto” lo mantiene en reserva, pero en cuanto al joven investigador italiano cruelmente asesinado en Egipto al inicio de 2016 aclara:

“Me he ocupado, la Santa Sede se ha movido en este tema porque también sus padres me lo han pedido; la Santa Sede se ha movido. No diré cómo ni dónde, pero nos hemos movido”.

La importancia de los valores

Hablando de la importancia de la paz, la armonía entre los pueblos y la igualdad de los ciudadanos, sea cual sea la religión que practican, todos puntos subrayados por el Papa en El Cairo, Francisco pone en evidencia el papel fundamental que desempeñan los valores. “Yo hablo de los valores y que cada uno vea y juzgue si tal gobierno o tal Estado, este de aquí o este de allá, lleva adelante estos valores”.

El camino ecuménico

"Hoy hay más mártires que en los primeros siglos, en Oriente Medio sobre todo”, señala el Papa en relación a las persecuciones de los cristianos. Un tema muy tratado, incluso a nivel ecuménico, en un diálogo que se hace caminando: “El ecumenismo se construye en camino, con las obras de caridad, con las obras de ayuda, hacer las cosas juntos cuando se pueden hacer juntos… no existe un ecumenismo estático. Es cierto que los teólogos tienen que estudiar y ponerse de acuerdo, pero no será posible que esto termine bien si no se camina”.

Traducción: (Griselda Mutual- Sofía Lobos- Radio Vaticana)


“El Papa deja esperanza en el corazón de Egipto”, entrevista de nuestra enviada especial Bianca Fraccalvieri

(RV).- Tras concluir el viaje apostólico del Papa Francisco en Egipto, nuestra enviada especial Bianca Fraccalvieri, entrevista al Padre Alberto, sacerdote mexicano, misionero comboniano quien nos habla del significado de la visita del Santo Padre a esta tierra y señala algunos los momentos más significativos del viaje.

"Tendrá que pasar un tiempo para que podamos comprender los frutos de este viaje y analizar con profundidad sobre la riqueza del contenido de los discursos y mensajes que dio el Papa en Egipto", explica el padre Alberto y añade: "Este es el inicio de nuevas relaciones y aperturas de puentes entre el Islam, la Iglesia Católica y el cristianismo en general".

"Tenemos mucho trabajo por hacer, pero el Papa ha dejado mucha esperanza en el corazón de Egipto", concluye nuestro entrevistado.

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El Papa en la conferencia de prensa tras su viaje a Egipto: Venezuela, Corea del Norte y migrantes

(RV).- De la crisis nuclear norcoreana a las migraciones, a las protestas en Venezuela, pasando por el papel de la ONU, las presidenciales en Francia y el camino ecuménico. Son sólo algunos de los temas tocados por el Papa en la conferencia de prensa durante el vuelo de regreso de El Cairo.

El camino de la diplomacia es la única solución a la crisis norcoreana

El Para reflexionó sobre los peligros y amenazas de una guerra nuclear, llamando a los líderes involucrados a las negociaciones: “Esta guerra mundial a pedazos, dijo, de la cual hablo desde hace dos años, más o menos, es a pedazos, pero los pedazos se han alargado, y también se han concentrado. Se concentraron en puntos que ya eran “zonas calientes”, porque esto de los misiles de Corea hace un largo año que se está realizando, pero ahora parece que la cosa se ha caldeado mucho. Yo llamo siempre a resolver los problemas por la vía diplomática: por las negociaciones… porque es el futuro de la humanidad. Hoy una guerra ensanchada destruirá, no digo la mitad de la humanidad, pero una buena parte de la humanidad y de la cultura… todo, todo”.

El  papel de la ONU

La humanidad, reitera el Papa, “no sería capaz de soportar tanto". El pontífice mira a las áreas geográficas en donde están los “fuegos de guerra”: del Oriente Medio al África. Habla de los países mediadores, como Noruega, pero también de los organismos internacionales: “Creo que las Naciones Unidas tienen el deber de volver a tomar en mano su leadership, porque se ha diluido un poco”.

El presidente Trump

En este contexto, alguien pregunta al Papa si recibirá al presidente estadounidense Donald Trump, cuando éste visitará Italia con motivo del G7. El pontífice no ha sido aún informado a propósito de un pedido de visita en tal sentido pero reitera: “Yo recibo todo jefe de Estado que pide audiencia”.

La crisis en Venezuela

Sobre la crisis internacional, concretamente la de Venezuela, que últimamente ha degenerado de modo muy grave provocando numerosas víctimas.Se le preguntó al Papa si la Santa Sede y él en particular, piensan relanzar la intervención pacificadora y cuáles formas podría asumir dicha acción: “Hubo una intervención de la Santa Sede bajo pedido fuerte de los cuatro presidentes que estaban trabajando como facilitadores, y… la cosa no resultó. Y quedó ahí. No resultó porque no… las propuestas no eran aceptadas, o se diluían, o era un “sí, sí” pero “no, no”. Todos conocemos la difícil situación de Venezuela, que es un país al que yo quiero mucho. Y sé que ahora están insistiendo… no sé bien de dónde – creo que de los cuatro presidentes – para relanzar esta facilitación, y están buscando el lugar. Yo creo que tiene que ser con condiciones ya. Condiciones muy claras, ¿no? Parte de la oposición no quiere esto. Porque es curioso, la misma oposición está dividida. Y, por otro lado, parece que los conflictos se agudizan cada vez más. Pero hay algo de movimiento. "Hay algo de movimiento, estuve informado de eso, pero está muy en el aire todavía". Pero todo lo que se pueda hacer por Venezuela hay que hacerlo. Con las garantías necesarias. Si no, jugamos al "Don Pirulero", ¿no?, y no va la cosa. Gracias.

Los migrantes

La mirada del Papa, respondiendo a una pregunta sobre los populismos en Europa y las presidenciales en Francia, se detiene sobre otra grande emergencia de hoy: las migraciones: “Es verdad que Europa está en peligro de disolverse: esto es verdad. Lo dije suavemente en Estrasburgo, lo dije más fuertemente en Carlo Magno y últimamente sin matices. Debemos meditar sobre eso sólo, ¿no? La Europa que va del Atlántico a los Urales. Hay un problema que asusta a Europa y tal vez alimenta: el problema de las migraciones. Esto es verdad. Pero no olvidemos que Europa ha sido hecha por los migrantes: siglos y siglos de migrantes… Somos nosotros… Pero es un problema que debe estudiarse bien, y también respetar las opiniones… Pero opiniones honestas de  una discusión política con mayúsculas, grande: una Gran Política, no con la pequeña política del país que al final termina cayendo. 

Los campos de refugiados

Y cuando se le preguntó si la definición de "campos de concentración" que utilizó durante su visita a la Basílica romana de San Bartolomé en la Isla Tiberina para indicar la situación de ciertos campos de refugiados fue un lapsus, el Papa reitera: "Hay campos de refugiados que son verdaderos campos de concentración. Hay quizás alguno en Italia, alguno en otra parte… en Alemania no, seguro que no. Pero piensen qué cosas pueden hacer las personas que están encerradas en un campo y no pueden salir. Piensen en eso que sucedió en Europa del norte cuando querían cruzar el mar para irse a Inglaterra. Están encerrados.

El caso Regeni:

A propósito de las conversaciones mantenidas en Egipto, en particular con el presidente Al Sisi, la prensa italiana  preguntó al Pontífice si se ha hablado del caso de Giulio Regeni. Francisco contestó que se trata de conversaciones privadas y que “por respeto” lo mantiene en reserva, pero en cuanto al joven investigador italiano cruelmente asesinado en Egipto al inicio de 2016 aclara:

“Me he ocupado, la Santa Sede se ha movido en este tema porque también sus padres me lo han pedido; la Santa Sede se ha movido. No diré cómo ni dónde, pero nos hemos movido”.

La importancia de los valores

Hablando de la importancia de la paz, la armonía entre los pueblos y la igualdad de los ciudadanos, sea cual sea la religión que practican, todos puntos subrayados por el Papa en El Cairo, Francisco pone en evidencia el papel fundamental que desempeñan los valores. “Yo hablo de los valores y que cada uno vea y juzgue si tal gobierno o tal Estado, este de aquí o este de allá, lleva adelante estos valores”.

El camino ecuménico

"Hoy hay más mártires que en los primeros siglos, en Oriente Medio sobre todo”, señala el Papa en relación a las persecuciones de los cristianos. Un tema muy tratado, incluso a nivel ecuménico, en un diálogo que se hace caminando: “El ecumenismo se construye en camino, con las obras de caridad, con las obras de ayuda, hacer las cosas juntos cuando se pueden hacer juntos… no existe un ecumenismo estático. Es cierto que los teólogos tienen que estudiar y ponerse de acuerdo, pero no será posible que esto termine bien si no se camina”.


Paz a Egipto, respeto por los derechos humanos en Venezuela. Apremiante llamamiento y oración del Papa antes del rezo mariano

(RV).- Tras regresar de su Viaje Apostólico a Egipto, el domingo 30 de abril el Papa Francisco se unió a la celebración de los 150 años de vida de la Acción Católica de Italia, cuyos miembros procedentes de varias diócesis nacionales se dieron cita con el Obispo de Roma en la Plaza de San Pedro. Allí mismo, a la hora del rezo del Regina Coeli, el Santo Padre dirigió unas profundas palabras al pueblo venezolano manifestando su gran preocupación ante la dramática situación de violencia que padece el país. 

"Mientras me uno al dolor de las familias de las víctimas, a quienes aseguro oraciones de sufragio, dirijo un sentido llamamiento al Gobierno y a todos los miembros de la sociedad venezolana para que se evite cualquier ulterior forma de violencia y se busquen soluciones negociadas a la grave crisis humanitaria, social, política y económica que está extenuando la población", expresó el Pontífice encomendando la intención de Paz por esta nación a la Virgen María.

Antes de rezar a la Madre de Dios, el Sucesor de Pedro compartió su alegría por la beatificación de Leopoldina Naudet, fundadora de las Hermanas de la Sagrada Familia y que tuvo lugar el sábado 29 de abril. Asimismo, Francisco saludó a los miles de peregrinos presentes y llegados de tantas partes del mundo, de modo especial a todos los miembros de la Acción Católica, animándolos a ir hacia adelante en su labor pastoral, y a los integrantes de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, que también celebraron su jornada y que trabajan en la formación de los jóvenes para mejorar el mundo.

Finalmente, el Santo Padre agradeció de modo particular por su viaje apostólico a Egipto, al pueblo, las autoridades y a los fieles cristianos y musulmanes que lo recibieron. "Pido al Señor que bendiga y conceda la Paz a este país", concluyó Francisco.

(Sofía Lobos – Radio Vaticano)

A continuación las palabras del Santo Padre a la hora del Regina Coeli

Queridos hermanos y hermanas:

no dejan de llegar dramáticas noticias sobre la situación en Venezuela y el agravamiento de los enfrentamientos, con numerosos muertos, heridos y detenidos. Mientras me uno al dolor de las familias de las víctimas, a quienes aseguro oraciones de sufragio, dirijo un sentido llamamiento al Gobierno y a todos los miembros de la sociedad venezolana para que se evite cualquier ulterior forma de violencia, sean respetados los derechos humanos y se busquen soluciones negociadas a la grave crisis humanitaria, social, política y económica que está extenuando la población. Encomendamos a la Santísima Virgen María la intención de la paz, la reconciliación y la democracia en ese querido país. Y rezamos por todos los países que atraviesan graves dificultades, pienso sobre todo en estos días en la Ex República Yugoslava de Macedonia.

Ayer, en Verona, fue beatificada Leopoldina Naudet, fundadora de las Hermanas de la Sagrada Familia. Crecida en la corte de los Habsburgo, primero en Florencia y luego en Viena, tuvo desde niña una fuerte vocación a la oración, pero también para el servicio educativo. Se consagró a Dios y, a través de diferentes experiencias, llegó a formar en Verona una nueva comunidad religiosa, bajo la protección de la Sagrada Familia, que aún hoy está viva en la Iglesia. Nos unimos a su alegría y a su acción de gracias.

Hoy en Italia se celebra la Jornada de la Universidad Católica del Sagrado Corazón. Los animo a apoyar esta importante institución, que sigue invirtiendo en la formación de los jóvenes para mejorar el mundo.

La educación cristiana se basa en la Palabra de Dios. Por eso también me gusta recordar que hoy en Polonia se lleva a cabo el "Domingo bíblico." En las parroquias, en las escuelas y en los medios de comunicación se lee públicamente una parte de la Sagrada Escritura. Deseo todo lo mejor para esta iniciativa.

Queridos amigos de la Acción Católica, al final de este encuentro les agradezco de corazón por su presencia. Y a través de ustedes, saludo a todos sus grupos parroquiales, familias, niños y chicos, jóvenes y ancianos. ¡Vayan hacia delante!

Y extiendo mi saludo a los peregrinos que en este momento se unen a nosotros para la oración mariana, especialmente aquellos que vinieron de España, Croacia, Alemania y Puerto Rico. Juntos nos dirigimos a María nuestra Madre. De damos gracias en modo particular por el viaje apostólico a Egipto, que acabo de realizar. Pido al Señor que bendiga a todo el pueblo egipcio, tan acogedor, a las autoridades y a  los fieles cristianos y musulmanes; y conceda paz a ese país. Regina Caeli…

(Traducción del italiano: Griselda Mutual – Radio Vaticano)


Acción católica, ¡vive a la altura de tu historia! Aliento del Papa por los 150 años de celebraciones de la AC

Inmediatamente después de su viaje en Egipto el Papa en la plaza de san Pedro para celebrar los 150 años de la Acción Católica

(RV).- Fiesta y alegría en la plaza de san Pedro que ha visto la mañana del último domingo de abril a los representantes de la AC de todo el mundo junto a los 100.000 socios de la AC provenientes de toda Italia, encontrar al Sucesor de Pedro. Una cita que ha dado inicio a las celebraciones por los 150 años de la Acción Católica Italiana, que proseguirán con iniciativas hasta el 2018.

Música, cantos, oración y reflexiones precedieron la llegada del Romano Pontífice a la plaza quien, a las once de la mañana abrazó a los peregrinos provenientes de diversas partes del mundo.

En su discurso, tras expresar la alegría del encuentro y recordar la bella historia del nacimiento de la Acción Católica, el Papa hizo presente que el hacer memoria del camino realizado ayuda a ser conscientes “de ser pueblo que camina cuidando a todos, ayudando a cada uno a crecer humanamente y en la fe, compartiendo la misericordia con la cual el Señor nos acaricia”. De este modo los animó a seguir siendo un pueblo de discípulos misioneros, tal como lo enseñaran tantos testigos de santidad que han trazado la historia de la asociación: “¡Acción católica vive a la altura de tu historia!”, les dijo.

El Santo Padre invitó además a llevar adelante la experiencia apostólica enraizada en la parroquia, que es el espacio en el que las personas pueden sentirse acogidas tal cual son y donde pueden ser acompañadas en su camino de maduración humana y espiritual , y finalmente exhortó a que cada iniciativa, propuesta y camino emprendido sea de “experiencia misionera” destinada a la evangelización y no a la auto conservación.

“Ensanchen su corazón – fue la indicación del Papa – para ensanchar el corazón de las parroquias” y esto, “permaneciendo a abiertos a la realidad que los rodea, y buscando sin temor el diálogo con quien piensa en modo diferente pero que, como ustedes – añadió – desea la paz, la justicia, la fraternidad”.

(Griselda Mutual – Radio Vaticano)

A continuación, el texto del Discurso del Papa a la Acción Católica Italiana

Queridos amigos de la Acción Católica

Estoy muy feliz de encontrarlos el día de hoy, tan numerosos y de fiesta por los 150 años de la fundación de su Asociación. Los saludo a todos con afecto, comenzando por el Asistente general y el Presidente nacional, a quienes agradezco las palabras con las que introdujeron esta encuentro. El nacimiento de la Acción Católica Italiana fue un sueño, nacido del corazón de dos jóvenes, Mario Fani y Giovanni Acquaderni, que se ha convertido con el tiempo camino de fe para muchas generaciones, vocación a la santidad para muchísimas personas: niños, jóvenes y adultos que se han convertido en discípulos de Jesús, y por ello, han tratado de vivir como testigos alegres de su amor en el mundo.

Es una historia bella  e importante, por la cual tienen muchas razones para estar agradecidos al Señor y por la que la Iglesia les está agradecida. Es la historia de un pueblo formado por hombres y mujeres de todas las edades y condiciones, que han apostado al deseo de vivir juntos el encuentro con el Señor, grandes y pequeños, laicos y pastores, juntos, independientemente de su condición social, de la preparación cultural, del lugar de origen. Fieles laicos que en todos los tiempos han compartido la búsqueda de  los caminos a través de los cuales anunciar, con las propias vidas, la belleza del amor de Dios y contribuir con su compromiso y competencia, a la construcción de una sociedad más justa, más fraterna, más solidaria. Es una historia de pasión por el mundo y por la Iglesia, en la que crecieron figuras luminosas de hombres y mujeres de fe ejemplar, que han servido al país con generosidad y coraje.

Tener una bella historia en las espaldas no sirve para caminar mirando hacia atrás, no sirve para mirarse  en el espejo, no sirve para ponerse cómodos en el diván. Hacer memoria de un largo itinerario de vida ayuda a ser conscientes de ser pueblo que camina cuidando a todos, ayudando a todos a crecer humanamente y en la fe, compartiendo la misericordia con la que el Señor nos acaricia. Los animo a seguir siendo un pueblo de discípulos-misioneros que vive y da testimonio de la alegría de saber que Dios nos ama con un amor infinito, y que junto a Él aman profundamente la historia en la que vivimos. Así nos enseñaron los grandes testigos de la santidad que trazado el camino de su asociación, entre los que me gusta recordar Giuseppe Toniolo, Armida Barelli, Piergiorgio Frassati, Antonietta Meo, Teresio Olivelli, Vittorio Bachelet. Acción Católica: ¡vive a la altura de su historia!

En estos ciento cincuenta años la Acción Católica siempre se ha caracterizado por un gran amor por Jesús y la Iglesia. También hoy están llamados a continuar con su peculiar vocación poniéndose al servicio de las diócesis, en torno a los obispos y en las parroquias, allí donde la Iglesia vive en medio de las personas.Todo el Pueblo de Dios goza de los frutos de su dedicación, vivida en armonía entre la Iglesia universal y la Iglesia particular. Y en la vocación típicamente laical hacia una santidad vivida en lo cotidiano, pueden encontrar la fuerza y el coraje para vivir la fe, permaneciendo allí donde están, haciendo de la acogida y el diálogo un estilo con el cual acercarse unos a otros, experimentando la belleza de una responsabilidad compartida. No se cansen de recorrer el camino a través del cual es posible hacer crecer el estilo de una auténtica sinolidad, un modo de ser Pueblo de Dios en el que cada uno puede contribuir a una lectura atenta, meditada, orante de los signos de los tiempos, para comprender y vivir la voluntad de Dios, con la certeza de que la acción del Espíritu Santo actúa y hace nuevas cada día todas las cosas.

Los invito a llevar adelante su experiencia apostólica  en la parroquia, “que no es una estructura caduca”, porque “es presencia eclesial en el territorio, ámbito de la escucha de la Palabra, del crecimiento de la vida cristiana, del diálogo, del anuncio, de la caridad generosa, de la adoración y la celebración”. (exhortación apostólica Evangelii gaudium, 28).

Es el espacio donde las personas se pueden sentir acogidas tal y como son, y pueden ser acompañadas a través de un camino de maduración humana y espiritual que los lleve a crecer en el amor por la creación y los hermanos. Esto es válido sólo si la parroquia no se cierra en sí misma, y si tampoco la Acción Católica que vive la parroquia se cierra en sí misma, sino que ayuda a la parroquia a estar "en contacto con las familias y las vidas de las personas, sin convertirse en una larga estructura separada de la gente o un grupo de elegidos que se miran a sí mismos”(ibid).

Queridos miembros de la Acción Católica, que cada una de sus iniciativas, cada propuesta, cada camino sea una experiencia misionera, destinada a la evangelización, no a la autoconservación. Que su pertenencia a la diócesis y a la parroquia se encarnen a lo largo de la ciudad, de los barrios y pueblos. Tal y como ha sucedido en estos ciento cincuenta años, sientan fuerte dentro de ustedes la responsabilidad de lanzar la buena semilla del Evangelio en la vida del mundo, a través del servicio de la caridad, compromiso político, la pasión por la educación y la participación en el desarrollo cultural. Agranden su corazón para agrandar el corazón de sus parroquias. Sean caminantes de la fe, para salir al encuentro de todos, acoger a todos, escuchar a todos, abrazar a todos. Cada vida es una vida amada por el Señor, en cada rostro se ve el rostro de Cristo, especialmente en aquel del pobre, el que está herido de la vida y de quien se siente abandonado, de quien huye de la muerte y busca refugio en nuestras casas, en nuestras ciudades. "Nadie puede sentirse exonerado de la preocupación por lo pobres y de justicia social" (ibíd., 201).

Permanezcan abiertos a la realidad que les rodea. Busquen sin miedo el diálogo con quienes viven al lado de ustedes, con quienes piensan diferente pero que como ustedes desean la paz, la justicia la fraternidad. Es con el diálogo como se puede asegurar un futuro compartido. Es a través del diálogo como construimos la paz, cuidando a todos y dialogando con todos.

Queridos chicos, jóvenes y adultos de la Acción Católica: ¡vayan y alcancen todas las periferias! Vayan, y allí sean Iglesia, con la fuerza del Espíritu Santo. La protección materna de la Virgen Inmaculada los sostenga; los acompañe el apoyo y el aprecio de los Obispos, así como mi bendición que imparto de corazón sobre ustedes y sobre la Asociación entera. 

(Traducción del italiano: Sofía Lobos, Griselda Mutual – Radio Vaticano)

 


sábado, 29 de abril de 2017

Con alegría y esperanza: así se vivió la Misa del Papa Francisco en El Cairo

(RV).- Directo desde El Cairo, y tras finalizar la celebración de la Santa Misa presidida por el Papa Francisco, la mañana del sábado 29 de abril en el Estadio Air Defence de la capital de Egipto, nuestra enviada especial Bianca Fraccalvieri, entrevista a dos fieles de México y de Venezuela allí presentes que nos hablan de la importancia del Viaje Apostólico del Santo Padre.

Egipto, tierra que miles de años atrás dio refugio a la Sagrada Familia de Nazaret, hoy recibe al Santo Padre que llega al encuentro del pueblo egipciano como "amigo y peregrino de Paz", tal y como él mismo ha explicado en su video mensaje publicado días antes de emprender el viaje. 

Sigue paso a paso todos los encuentros del Papa en su Viaje Apostólico en nuestro Facebook y Twitter


La audiencia de Radio Vaticana reza por el Viaje del Papa a Egipto

(RV).- Del 28 al 29 de abril, tendrá lugar el Viaje Apostólico del Papa Francisco a Egipto, el 18° viaje de su Pontificado que lo llevará al encuentro de este pueblo como "amigo y mensajero de Paz", tal y como ha expresado él mismo en su reciente videomensaje dirigido a esta nación.

Radio Vaticana cubrirá en DIRECTO los encuentros y actividades más importantes de este viaje que podrán seguir paso a paso a través de nuestro canal de Youtube, así como en nuestro Facebook y en Twitter.

Los invitamos a acompañar al Santo Padre en su peregrinaje a la tierra que en su día, recibió y dio refugio a la Sagrada Familia de Nazaret. Ofrecemos para ello, todos los discursos, imágenes y videos de manera actualizada en nuestras Redes Sociales.

Una vez más, agradecemos a todos los oyentes de la Radio del Papa que a través de nuestro servicio de mensajería de WhatsApp, nos envían sus AUDIOS saludando a Francisco y orando por los frutos de este viaje hacia una nación, que conoce de primera mano, el sufrimiento de su pueblo a causa de la violencia y la persecución que padecen muchos de sus cristianos por profesar su fe.

Unidos en cadena de oración, compartimos las voces de nuestra fiel audiencia:

CLICK para escuchar más programas de Interactividad.

(SL-Radio Vaticana)


El Papa a los Consagrados de Egipto: “Sean motivo de salvación para todos, sobre todo para los últimos”

(RV).- “Los exhorto, a sacar provecho del ejemplo de san Pablo el eremita, de san Antonio Abad, de los santos Padres del desierto y de los numerosos monjes que con su vida y ejemplo han abierto las puertas del cielo a muchos hermanos y hermanas; de este modo, también ustedes serán sal y luz, es decir, motivo de salvación para ustedes mismos y para todos los demás, creyentes y no creyentes y, especialmente, para los últimos, los necesitados, los abandonados y los descartados”, lo dijo el Papa Francisco a los Sacerdotes, los Religiosos y Seminaristas de Egipto, en el Encuentro de Oración que se realizó en el Seminario Patriarcal Copto-Católico de Maadi, El Cairo.

En el marco del 18° Viaje Apostólico Internacional del Santo Padre a Egipto, el Pontífice saludó a las personas consagradas de este país, a ellos les manifestó su alegría y gozo por encontrase en un lugar donde se forman los sacerdotes, un lugar que simboliza el corazón de la Iglesia Católica en Egipto. “Con alegría saludo en ustedes, sacerdotes, consagrados y consagradas de la pequeña grey católica de Egipto – afirmó el Papa – a la levadura que Dios prepara para esta bendita Tierra, para que, junto con nuestros hermanos ortodoxos, crezca en ella su Reino”.

Deseo, en primer lugar, dijo el Obispo de Roma, darles las gracias por su testimonio y por todo el bien que hacen cada día, trabajando en medio de numerosos retos y, a menudo, con pocos consuelos. “Deseo también animarlos, agregó el Pontífice. No tengan miedo al peso de cada día, al peso de las circunstancias difíciles por las que algunos de ustedes tienen que atravesar”. Se trata, de creer, de dar testimonio de la verdad, de sembrar y cultivar sin esperar ver la cosecha, alentó el Papa, de hecho, nosotros cosechamos los frutos que han sembrado muchos otros hermanos, consagrados y no consagrados, que han trabajado generosamente en la viña del Señor.

Queridos consagrados, hacer frente a las tentaciones no es fácil, señaló el Papa Francisco, pero es posible si estamos injertados en Jesús. “Cuanto más enraizados estemos en Cristo, puntualizó el Santo Padre, más vivos y fecundos seremos. Así el consagrado conservará la maravilla, la pasión del primer encuentro, la atracción y la gratitud en su vida con Dios y en su misión”. En este sentido, dijo, la calidad de nuestra consagración depende de cómo sea nuestra vida espiritual.

Antes de concluir su discurso, el Papa Francisco recordó que, “Egipto ha contribuido a enriquecer a la Iglesia con el inestimable tesoro de la vida monástica”. Por ello, alentó el Papa, los exhorto, a sacar provecho del ejemplo de los grandes santos egipcios, de los santos Padres del desierto y de los numerosos monjes que con su vida y ejemplo han abierto las puertas del cielo a muchos hermanos y hermanas; de este modo, también ustedes serán sal y luz, es decir, motivo de salvación para ustedes mismos y para todos los demás, especialmente, para los últimos, los necesitados, los abandonados y los descartados.

(Renato Martinez – Radio Vaticano)

Texto completo del discurso del Papa Francisco

Beatitudes,

queridos hermanos y hermanas:

Al Salamò Alaikum! / La paz esté con ustedes.

«Este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo. Cristo ha vencido para siempre la muerte. Gocemos y alegrémonos en él».

Me siento muy feliz de estar con ustedes en este lugar donde se forman los sacerdotes, y que simboliza el corazón de la Iglesia Católica en Egipto. Con alegría saludo en ustedes, sacerdotes, consagrados y consagradas de la pequeña grey católica de Egipto, a la «levadura» que Dios prepara para esta bendita Tierra, para que, junto con nuestros hermanos ortodoxos, crezca en ella su Reino (cf. Mt 13,13).

Deseo, en primer lugar, darles las gracias por su testimonio y por todo el bien que hacen cada día, trabajando en medio de numerosos retos y, a menudo, con pocos consuelos. Deseo también animarlos. No tengan miedo al peso de cada día, al peso de las circunstancias difíciles por las que algunos de ustedes tienen que atravesar. Nosotros veneramos la Santa Cruz, que es signo e instrumento de nuestra salvación. Quien huye de la Cruz, escapa de la resurrección. «No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien darles el reino» (Lc 12,32).

Se trata, por tanto, de creer, de dar testimonio de la verdad, de sembrar y cultivar sin esperar ver la cosecha. De hecho, nosotros cosechamos los frutos que han sembrado muchos otros hermanos, consagrados y no consagrados, que han trabajado generosamente en la viña del Señor. Su historia está llena de ellos.

En medio de tantos motivos para desanimarse, de numerosos profetas de destrucción y de condena, de tantas voces negativas y desesperadas, sean una fuerza positiva, sean la luz y la sal de esta sociedad, la locomotora que empuja el tren hacia adelante, llevándolo hacia la meta, sed sembradores de esperanza, constructores de puentes y artífices de diálogo y de concordia.

Todo esto será posible si la persona consagrada no cede a las tentaciones que encuentra cada día en su camino. Me gustaría destacar algunas significativas.

1- La tentación de dejarse arrastrar y no guiar. El Buen Pastor tiene el deber de guiar a su grey (cf. Jn 10,3-4), de conducirla hacia verdes prados y a las fuentes de agua (cf. Sal 23). No puede dejarse arrastrar por la desilusión y el pesimismo: «Pero, ¿qué puedo hacer yo?». Está siempre lleno de iniciativas y creatividad, como una fuente que sigue brotando incluso cuando está seca. Sabe dar siempre una caricia de consuelo, aun cuando su corazón está roto. Saber ser padre cuando los hijos lo tratan con gratitud, pero sobre todo cuando no son agradecidos (cf. Lc 15,11-32). Nuestra fidelidad al Señor no puede depender nunca de la gratitud humana: «Tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará» (Mt 6,4.6.18).

2- La tentación de quejarse continuamente. Es fácil culpar siempre a los demás: por las carencias de los superiores, las condiciones eclesiásticas o sociales, por las pocas posibilidades. Sin embargo, el consagrado es aquel que con la unción del Espíritu transforma cada obstáculo en una oportunidad, y no cada dificultad en una excusa. Quien anda siempre quejándose en realidad no quiere trabajar. Por eso el Señor, dirigiéndose a los pastores, dice: «fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes» (Hb 12,12; cf. Is 35,3).

3- La tentación de la murmuración y de la envidia. El peligro es grave cuando el consagrado, en lugar de ayudar a los pequeños a crecer y de regocijarse con el éxito de sus hermanos y hermanas, se deja dominar por la envidia y se convierte en uno que hiere a los demás con la murmuración. Cuando, en lugar de esforzarse en crecer, se pone a destruir a los que están creciendo, y cuando en lugar de seguir los buenos ejemplos, los juzga y les quita su valor. La envidia es un cáncer que destruye en poco tiempo cualquier organismo: «Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir» (Mc 3,24-25). De hecho, «por envidia del diablo entró la muerte en el mundo» (Sb 2,24). Y la murmuración es el instrumento y el arma.

4- La tentación de compararse con los demás. La riqueza se encuentra en la diversidad y en la unicidad de cada uno de nosotros. Compararnos con los que están mejor nos lleva con frecuencia a caer en el resentimiento, compararnos con los que están peor, nos lleva, a menudo, a caer en la soberbia y en la pereza. Quien tiende siempre a compararse con los demás termina paralizado. Aprendamos de los santos Pedro y Pablo a vivir la diversidad de caracteres, carismas y opiniones en la escucha y docilidad al Espíritu Santo.

5- La tentación del «faraonismo», es decir, de endurecer el corazón y cerrarlo al Señor y a los demás. Es la tentación de sentirse por encima de los demás y de someterlos por vanagloria, de tener la presunción de dejarse servir en lugar de servir. Es una tentación común que aparece desde el comienzo entre los discípulos, los cuales —dice el Evangelio— «por el camino habían discutido quién era el más importante» (Mc 9,34). El antídoto a este veneno es: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos» (Mc 9,35).

6- La tentación del individualismo. Como dice el conocido dicho egipcio: «Después de mí, el diluvio». Es la tentación de los egoístas que por el camino pierden la meta y, en vez de pensar en los demás, piensan sólo en sí mismos, sin experimentar ningún tipo de vergüenza, más bien al contrario, se justifican. La Iglesia es la comunidad de los fieles, el cuerpo de Cristo, donde la salvación de un miembro está vinculada a la santidad de todos (cf. 1Co 12,12-27; Lumen gentium, 7). El individualista es, en cambio, motivo de escándalo y de conflicto.

7- La tentación del caminar sin rumbo y sin meta. El consagrado pierde su identidad y acaba por no ser «ni carne ni pescado». Vive con el corazón dividido entre Dios y la mundanidad. Olvida su primer amor (cf. Ap 2,4). En realidad, el consagrado, si no tiene una clara y sólida identidad, camina sin rumbo y, en lugar de guiar a los demás, los dispersa. Vuestra identidad como hijos de la Iglesia es la de ser coptos —es decir, arraigados en vuestras nobles y antiguas raíces— y ser católicos —es decir, parte de la Iglesia una y universal—: como un árbol que cuanto más enraizado está en la tierra, más alto crece hacia el cielo.

Queridos consagrados, hacer frente a estas tentaciones no es fácil, pero es posible si estamos injertados en Jesús: «Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí» (Jn 15,4). Cuanto más enraizados estemos en Cristo, más vivos y fecundos seremos. Así el consagrado conservará la maravilla, la pasión del primer encuentro, la atracción y la gratitud en su vida con Dios y en su misión. La calidad de nuestra consagración depende de cómo sea nuestra vida espiritual.

Egipto ha contribuido a enriquecer a la Iglesia con el inestimable tesoro de la vida monástica. Los exhorto, por tanto, a sacar provecho del ejemplo de san Pablo el eremita, de san Antonio Abad, de los santos Padres del desierto y de los numerosos monjes que con su vida y ejemplo han abierto las puertas del cielo a muchos hermanos y hermanas; de este modo, también vosotros seréis sal y luz, es decir, motivo de salvación para vosotros mismos y para todos los demás, creyentes y no creyentes y, especialmente, para los últimos, los necesitados, los abandonados y los descartados.

Que la Sagrada Familia os proteja y os bendiga a todos, a vuestro País y a todos sus habitantes. Desde el fondo de mi corazón deseo a cada uno de vosotros lo mejor, y a través de vosotros saludo a los fieles que Dios ha confiado a vuestro cuidado. Que el Señor os conceda los frutos de su Espíritu Santo: «Amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, lealtad, modestia, dominio de sí» (Ga 5,22-23).

Os tendré siempre presentes en mi corazón y en mis oraciones. Ánimo y adelante, guiados por el Espíritu Santo. «Este es el día en que actúo el Señor, sea nuestra alegría». Y por favor, no olvidéis de rezar por mí.


Radio Vaticano en español para Guinea Ecuatorial y África

Compartimos algunos momentos con el Papa Francisco

¿Cuál es la victoria de Cristo Resucitado? ¡Es la victoria del amor!

¡Los invito a llevar la luz de Cristo y la esperanza pascual a vuestro alrededor y a todos los lugares!, pidió el Papa Francisco a los numerosos peregrinos de tantas partes del mundo que participaron en su audiencia general, antes de emprender su Viaje Apostólico a Egipto, como peregrino de paz:

«Somos el pueblo de Dios que peregrina siguiendo a Cristo resucitado y sabemos que su amor nos precede, también en las situaciones más difíciles».

Deseando a todos que su peregrinación a Roma suscite en cada uno el anhelo de redescubrir los sacramentos recibidos, como signos eficaces de la gracia de Dios en nuestras vidas, el Papa alentó en especial a algunos matrimonios que celebraban 50 años de su boda:

«A ustedes que recuerdan el 50 aniversario de su matrimonio les pido que vayan y les digan a los jóvenes que es lindo: ¡es linda la vida del matrimonio cristiano!»

El Domingo de la Divina Misericordia, Juan Pablo II y el Jubileo extraordinario de la Misericordia convocado por el Papa Francisco

Anunciar el perdón es la primera tarea y misión que Jesús Resucitado ha transmitido a su Iglesia

Introduciendo el rezo a la Reina del Cielo del II Domingo de Pascua de la Divina Misericordia el Obispo de Roma hizo hincapié en que «el sentido de la misericordia se presenta justo el día de la resurrección de Jesús como perdón de los pecados»:

«Jesús Resucitado ha transmitido a su Iglesia, como primera tarea, su misma misión de llevar a todos el anuncio concreto del perdón. Ésta es la primera tarea: anunciar el perdón. Este signo visible de su misericordia lleva consigo la paz del corazón y la alegría del encuentro renovado con el Señor».

(CdM – RV)