lunes, 29 de febrero de 2016

«Necesitamos una conversión que nos una a todos», nuestros oyentes en las Redes Sociales

«TU COMENTARIO AYUDA, tu opinión cuenta»

(RV).- Papa Francisco: «Creyentes y no creyentes estamos de acuerdo en que la tierra es una herencia común cuyos frutos deben beneficiar a todos. Sin embargo, ¿qué pasa en el mundo donde vivimos? La relación entre la pobreza y la fragilidad del planeta requiere otro modo de ejercer la economía y el progreso concibiendo un nuevo estilo de vida porque necesitamos una conversión que nos una a todos: liberarnos de la esclavitud del consumismo. Y este mes te hago una petición especial: que cuidemos de la creación recibida como un don que hay que cultivar y proteger para las generaciones futuras. Cuidar la casa común».

Lograr la unidad de todos, creyentes y no creyentes con el fin de Cuidar la Tierra, nuestra casa común es la intención de oración que el Papa Francisco propuso para el mes de febrero  a través del proyecto el Video del Papa, una iniciativa global del Apostolado de la Oración, la Red Mundial de Oración del Papa, para colaborar en la difusión de las intenciones mensuales del Santo Padre sobre los desafíos de la humanidad.

En Radio Vaticana invitamos a nuestros amigos y seguidores en las Redes Sociales a compartir  sus comentarios sobre el mensaje del Papa en este video. Esuchemos:

Lautaro Fuentes escribe: “La Tierra es un herencia común, por tanto es responsabilidad de todos  el velar por la protección y el mantenimiento de nuestro planeta. Necesitamos esa conversión de la que habla el Papa urgentemente, una conversión que va más allá del ámbito religioso, se trata de unir fuerzas, seamos creyentes o no, para conseguir salvar este regalo tan precioso que es la creación”.

Valeria Bruselli comparte: “Los ciclos de regeneración de la  naturaleza son distintos a los tiempos exigidos por los hombres. El ser humano abusa de la Madre Tierra pensando sólo en alcanzar un beneficio rápido sin reparar en los perjuicios que la actual explotación de los recursos naturales traerá en un futuro no muy lejano. La humanidad ha caído en el grave error de dejar de ver este planeta como un don de Dios, y cegada por su avaricia,  sigue explotándola como si fuera una fuente de producción de bienes  con la cual sólo quiere lucrarse y enriquecerse”.

Juan Marcos Blanco comenta: “Hay demasiados intereses políticos y económicos detrás de la gestión de los recursos naturales de la Tierra. El ser humano ha puesto su inteligencia al servicio del dinero y como resultado, estamos siendo testigos de un crecimiento económico, tecnológico y científico sin precedentes, pero que lamentablemente no va acompañado de un crecimiento en valores morales y espirituales que nos ayuden a repartir las riquezas de este mundo de una forma justa y proporcional. Pidamos A Dios la gracias de ser más humildes para poder darnos cuenta de que somos parte de esta creación y no sus dueños”.

Julia Villegas escribe: “Gracias Radio Vaticana por compartir este hermoso video. Necesitamos unir fuerzas para conseguir un desarrollo sostenible. Cuidar de la Casa Común es una misión que nos involucra a todos. Empecemos por pequeños gestos y hábitos como el reciclaje, el ahorro del agua y de energía, evitar la contaminación y contribuir a la replantación de árboles y zonas verdes. Cada uno puede hacer algo en la medida de sus posibilidades. Nos unimos en oración al Papa Francisco para que esa conversión en el corazón de los hombres sea posible y que todos juntos luchemos por conservar esta Tierra”.

Los invitamos a  visitar y dejar sus comentarios en  nuestra Página de Facebook Radio Vaticana en español , en nuestro Twitter  @news_va_es y en nuestra cuenta en Pinterest, la Red Social para compartir imágenes donde nos encontrarán como Radio Vaticano Español.

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La Semana Santa en la ciudad española de Segovia: “Silencio y mucha devoción”

(RV).- La Semana Santa en Segovia, como en el resto de Castilla y León, es sobria, austera y se vive en “silencio y con mucha devoción”, como explica Miguel Hernández Álvarez para Radio Vaticano, presidente de la Junta de Cofradías de esta ciudad española, Patrimonio de la Humanidad.

Un total de 14 pasos que salen en procesión, donde destacan grandes esculturas como la del Cristo Yacente de Gregorio Fernández o el Cristo de los Gascones del siglo XI-XII, y recorren lugares tan especiales como la zona de la Catedral, el barrio de San Millán, de San José, Santa Eulalia, Nueva Segovia y como no, el Acueducto romano cuya construcción data del siglo II después de Cristo. También es de destacar el Vía Crucis de los Carmelitas del Miércoles Santo, que el año pasado reunió a unos 3.500 fieles y pasa por la Huerta de los Carmelitas, donde está enterrado San Juan de la Cruz.  

Los tambores, las cornetas y alguna saeta rompen de vez el cuándo el silencio. Los hábitos y capirotes dan una nota de color a la solemnidad típica de la Semana Santa de Segoviana, en la que como explica Miguel Hernández “cada vez participan más jóvenes”.    

La Junta de Cofradías de Segovia está trabajando para que la Semana Santa sea declarada como Fiesta de Interés Turístico Nacional. Les invitamos a escuchar la entrevista completa en el siguiente audio:

(MZ-RV)


Defensores del derecho a la vida a través del compromiso por la seguridad e incolumidad de las personas, el Papa agradece a Carabineros de servicio en

(RV).- El lunes 29 de febrero cientocincuenta miembros de la Compañía de Carabineros de Roma San Pedro que colabora con los organismos competentes de la Santa Sede para regular el desarrollo de los acontecimientos que a lo largo del año tienen lugar en la Plaza de San Pedro y sus alrededores fueron recibidos por el Papa Francisco, que agradeció su labor al servicio de los peregrinos y turistas recordando que se trata de una actividad que requiere profesionalismo y sentido de responsabilidad en la misma medida que atención a las personas, muchas de la cuales son ancianas, así como paciencia y disponibilidad para con todos.''No son cualidades fáciles- destacó el Santo Padre- y por ello es importante contar con la ayuda de Dios''.

''El Año Santo de la Misericordia –prosiguió el Pontífice- abre a todos una posibilidad de renovación, partiendo de una purificación interior que se refleja en el comportamiento y también en el ejercicio de las actividades diarias. Esta dimensión espiritual del evento jubilar nos empuja a interrogarnos acerca de nuestro compromiso para responder a las exigencias de fidelidad al Evangelio al que el Señor nos llama a partir de nuestro estado de vida. El Jubileo se convierte así en una ocasión propicia de verificación personal y comunitaria: y el paradigma para ello son las obras de misericordia tanto corporales como espirituales. El Señor nos recuerda que todo lo que hacemos con uno solo de nuestros hermanos más pequeños a Él se lo hacemos''.

''Esta enseñanza de Jesús los guíe también a ustedes, responsables de la defensa del orden público, y los ayude a ser, en todas las circunstancias, promotores de solidaridad, especialmente para los más pequeños e indefensos; a ser defensores del derecho a la vida a través del compromiso por la seguridad y la incolumidad de las personas. Tengan siempre presente en el desarrollo de esta misión que toda persona es amada por Dios, es una criatura suya y merece acogida y respeto. ¡Que la gracia del Jubileo extraordinario de la Misericordia renueve el espíritu con que se dedican a su profesión, llevándolos a vivirla todavía con más atención, dedicación y generosidad!''.


Homilía del Papa: la salvación de Dios proviene de las cosas pequeñas

(RV).- La salvación de Dios no viene de las cosas grandes, del poder o del dinero, de las alianzas clericales o políticas, sino de las cosas pequeñas y sencillas. Lo afirmó el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta.

Las lecturas del día nos hablan de la indignación: se indigna un leproso, Naamán el Sirio, que pide al profeta Eliseo que lo cure, aunque no aprecia el modo sencillo con que esta curación debería producirse. Y se indignan los habitantes de Nazaret ante las palabras de Jesús, su conterráneo. Es la indignación frente al proyecto de salvación de Dios que no sigue nuestros esquemas. No es “como nosotros pensamos que es la salvación, aquella salvación que todos nosotros queremos”. Jesús siente el “desprecio” de los “doctores de la Ley que buscaban la salvación en la casuística de la moral” y en tantos preceptos, pero el pueblo no tenía confianza en ellos:

“O los saduceos que buscaban la salvación en los acuerdos con los poderes del mundo, con el Imperio… unos con los acuerdos clericales, otros con los acuerdos políticos, buscaban la salvación así. Pero el pueblo era sagaz y no creía. Sí creía a Jesús, porque hablaba ‘con autoridad’. Pero, ¿por qué esta indignación? Porque en nuestra imaginación, la salvación debe venir de algo grande, de algo majestuoso; sólo nos salvan los poderosos, aquellos que tienen fuerza, que tienen dinero, que tienen poder: estos pueden salvarnos. ¡Y el plan de Dios es otro! Se indignan porque no pueden comprender que la salvación sólo viene de lo pequeño, de la simplicidad de las cosas de Dios”.

“Cuando Jesús hace la propuesta del camino de salvación – prosiguió explicando el Papa Bergoglio –  jamás habla de cosas grandes”, sino “de cosas pequeñas”. Son “las dos columnas del Evangelio” que se leen en Mateo, las Bienaventuranzas y, en el capítulo 25, el Juicio final, “Ven, ven conmigo porque hiciste esto”:

“Cosas sencillas. Tú no has buscado la salvación o tu esperanza en el poder, en los acuerdos, en las tratativas… no… has hecho sencillamente esto. Y esto indigna a tantos. Como preparación a la Pascua, yo lo invito – también lo haré yo – a leer las Bienaventuranzas y a leer Mateo 25, y pensar y ver si algo de esto me indigna, me quita la paz. Porque la indignación es un lujo que sólo pueden permitirse los vanidosos, los orgullosos. Si al final de las Bienaventuranzas Jesús dice una palabra que parece… ‘Pero, ¿por qué dice esto?’. ‘Bienaventurado aquel que no se escandaliza de mí’, que no tiene desdén de esto, que no siente indignación”.

El Papa Francisco concluyó su homilía con estas palabras:

“Nos hará bien dedicar un poco de tiempo – hoy, mañana – y leer las Bienaventuranzas, leer Mateo 25, y estar atentos a lo que sucede en nuestro corazón: si hay algo de indignación y pedir la gracia al Señor de comprender que la única vía de la salvación es la ‘locura de la Cruz’, es decir el aniquilamiento del Hijo de Dios, del hacerse pequeño. Representado, aquí, en el baño en el Jordán o en la pequeña aldea de Nazaret”.

(María Fernanda Bernasconi – RV).


Papa Francisco: cese violencia contra cristianos y minorías en Oriente Medio y África. Visita del Patriarca ortodoxo etíope

Como hermanos en Cristo pedimos a los responsables del mundo que se detenga la violencia contra los cristianos y las minorías, y anhelamos avanzar hacia la unidad plena.

Con gran alegría el Papa Francisco recibió a Su Santidad Abuna Matthias I Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Tewahedo etiópica y a la delegación, que lo acompañó en su visita a Roma. Visita que fortalece los lazos fraternos entre nuestras Iglesias, dijo el Papa recordando con gratitud también las que realizó el Patriarca Paulus, a San Juan Pablo II, en 1993, y luego a Benedicto XVI, en 2009.

Tras destacar una vez más, la importancia del diálogo teológico impulsado por la Comisión Internacional conjunta y de lo que nos une: «una sola fe, un solo Bautismo, un solo Señor y Salvador Jesucristo, por lo que somos hermanos y hermanas en Cristo», y reiterando asimismo que «hoy la sangre de tantos mártires, pertenecientes a todas las Iglesias es semilla de la unidad de los cristianos» el Obispo de Roma renovó también un llamamiento a los responsables políticos y económicos para que se detenga la violencia:

«Los mártires y santos de todas las tradiciones eclesiales ya son una cosa sola en Cristo; sus nombres están escritos en el único martirologio de la Iglesia de Dios. El ecumenismo de los mártires es una invitación dirigida a nosotros aquí y ahora a caminar juntos en el camino hacia una unidad cada vez más plena.

La vuestra ha sido una Iglesia de mártires desde sus comienzos y aún hoy son testigos de una violencia devastadora en contra de los cristianos y de otras minorías en Oriente Medio y en algunas partes de África. No podemos  dejar de pedir, una vez más, a los que rigen la política y la economía en el mundo que promuevan una convivencia basada en el respeto recíproco y la reconciliación, el perdón mutuo y la solidaridad».

Alentando los pasos cumplidos en Etiopía  para mejorar las condiciones de vida de la población, impulsando una sociedad justa basada en el estado de derecho y el respeto del papel de la mujer, el Papa Francisco se refirió también al problema del agua y sus graves repercusiones sociales y económicas, para renovar el anhelo de colaborar entre las Iglesias en favor del bien común.

Con la ferviente esperanza de que con «este encuentro se ponga en marcha un renovado tiempo de fraterna amistad entre nuestras Iglesias», sin olvidar que «la historia ha dejado una carga de dolorosos malentendidos y desconfianzas, por lo que pedimos el perdón y la sanación de Dios», el Papa Francisco finalizó su cordial discurso alentando a rezar «los unos por los otros, invocando la protección de los mártires y de los santos sobre todos los fieles encomendados a nuestros cuidados pastorales».

Y con el anhelo de que «un día, con la ayuda de Dios, estemos unidos ante el altar del Sacrificio de Cristo, en la plenitud de la comunión eucarística», invocó al Espíritu Santo para que siga iluminándonos y a María Madre de Misericordia.

(CdM – RV)


domingo, 28 de febrero de 2016

“La conversión como consecuencia de la misericordia”, reflexión del jesuita Juan Bytton

La higuera que dará fruto. La conversión como consecuencia de la misericordia: Lc 13,1-9

Este domingo la lectura del Evangelio nos presenta otro tono en el lenguaje de Jesús. Serán palabras directas y fuertes. Sabemos que la situación de los lectores de Lucas no es nada fácil. El evangelista escribe a comunidades cristianas nacientes y en expansión pero que viven lógicamente el conflicto externo de la incomprensión y persecución, y el conflicto interno del modo de actuar y la espera mesiánica.

El relato se divide en dos momentos. En el primero, vemos la llegada de portadores de malas noticias. La denuncia es dramática: la sangre humana mezclada con la de animal para un sacrificio realizado por un no judío. Para los oyentes devotos esto es lo más bajo. Sin embargo, la noticia a la que hace referencia Jesús va más allá de una crisis religiosa. Se trata de muertes injustas, sin sentido. En un día cualquiera, un hecho fortuito apaga la vida de muchos. También hoy estamos llenos y dolidos de malas noticias: La sangre derramada por la guerra dominante, torres caídas, ciudades destruidas, muertes inocentes. Portadores de sufrimientos no escuchados, lágrimas no recogidas, vidas sin futuro.

Frente a estas noticias que desfiguran lo humano, la reacción de Jesús no se hace esperar. Sus palabras condenatorias tienen primero una exhortación: “Conviértanse”. Entre la dramática realidad y el destino deplorable, está una actitud que puede cambiar todo. μετανοια – conversión. Una actitud que implica la vida misma. Un cambio de mirada del mundo y de la idea que tenemos de Dios. En la relación entre pecado y castigo, lo más lógico para nuestro imaginario religioso y cultural es la condena proporcional al mal cometido. Pero Jesús usa otra lógica: ¿Qué se impone cuando el pecador soy yo? ¿Qué ocurre cuando veo mi propio pecado o el sufrimiento de alguien a causa mía? Jesús denuncia ante todo la falta de conciencia de reconocer quienes somos. En el camino de nuestras condenas se esconde el falso cómplice de la comparación: “Más pecadores que yo…” o “más deudores que yo…”. Y esto es lo que realmente mata. La verdad es que todos somos pecadores y todos necesitamos conversión. Así, cuando hay verdad, hay comprensión y ésta lleva a la espera, al saber acompañar, a respetar el proceso de conversión de cada persona. 

Para tener más clara la lógica de los “tiempos de Dios”, no hay mejor manera que una parábola. Sabemos que a Jesús le gusta hablar en parábolas porque tomando ejemplos de la vida cotidiana el mensaje se transmite de manera más profunda. Así, salvar un árbol que no produce fruto no tendría sentido; Sería ilógico. Pero Jesús toma su propio camino, y nos invita a caminar por él y con él. El dueño de la viña viene a buscar frutos porque los espera siempre. Frente a tres años de esterilidad, el viñador le pide un año más… y este será un año diferente: Ahora toca cuidar, abonar y acompañar. Ahora toca volver a la raíz, a lo más profundo y desde allí rescatar la vida. Raíz y fruto se unen en el amor paciente de Dios. Frente a lo no hecho, a lo no dado, se presentan todos las acciones al futuro y brota la paciencia de quien conoce de cerca la tierra y el corazón. Y añade, “Si da fruto en adelante…”. Es decir, un condicional que se vuelve confianza e historia nueva.

La conversión es el fruto de la misericordia y no un requisito. Si “cada árbol se reconoce por sus frutos” (Lc 6,44) es porque lo creado de la mano de Dios está llamado, tarde o temprano, a hacer visible su creador en el vínculo del amor que todo lo vence, todo lo cree y todo lo espera.


“Gracias por unirnos”. Lo dice Católica Radio de Puerto Rico al Papa Francisco

(RV).- Esta semana con Cadena de Amistad viajamos junto con los amigos de Radio Inmaculada La Espiritual, de EE.UU., a Puerto Rico. Un viaje que nos lleva a conocer a otra Emisora hermana: Católica Radio de la Diócesis de Ponce, que transmite para toda la isla con sus dos frecuencias, 88.9 y 89.1 FM.

"Catolica Radio está contigo" es una estación fundada en 1984 que transmite desde la Universidad Católica. Su director, Omar Pimentel, en entrevista con Genry Batista, relata la historia de esta radio estación, y explica que "se rige por la base de una misión de fe, vida y cultura, enlazada al cariño de la diócesis y encaminada a los proyectos de pastoral". 

En escucha del llamado del Papa Francisco, Omar Pimentel expresa la misión de Católica Radio en el marco del Año de la Misericordia: 

"Creo que en este Año Jubilar la estación tiene la misión no sólo de tomar el micrófono y animar, sino de actuar", "tenemos claro el deseo del Papa de 'salir' y tenemos que hacerlo en todos los lugares, en todos los niveles, porque somos parte de esa misión". "El Año Jubilar es un año de obras, hay muchas gracias que se quieren repartir", expresa, pero "hay que actuar y poner la otra parte". "El Señor hace su parte y nosotros tenemos que hacer la nuestra". "Yo creo que esa es nuestra misión". 

Por último, un mensaje de Católica Radio para el Papa Francisco, ante el micrófono de Radio Inmaculada para Radio Vaticano: "Gracias por amar a la Iglesia, por la cercanía, por el apoyo, por la oración, y gracias por unirnos". 

(GM – RV)


Los prófugos y las víctimas del ciclón en Fiyi en el corazón del Papa después del Ángelus

(RV).-  En sus tradicionales saludos después de la oración mariana, el Santo Padre Francisco hizo presente una vez más, el drama de los prófugos que huyen de las guerras, y pidió la cooperación de las naciones para acompañar a los países – entre ellos Grecia – que están prestando su generosa ayuda a estas personas. Asimismo expresó su esperanza por la noticia del cese de las hosilidades en Siria y pidió oración: 

"Queridos hermanos y hermanas, 

mi oración, y desde luego la de ustedes, tiene siempre presente el drama de los prófugos que huyen de las guerras y de otras situaciones inhumanas. En particular, Grecia y otros países que están primera línea les están dando una ayuda generosa, que requiere la cooperación de todas las naciones. Una respuesta coral puede ser eficaz y distribuir equitativamente los pesos. Por ello es necesario apuntar con decisión y sin reservas a las negociaciones. Al mismo tiempo, he recibido con esperanza la noticia acerca del cese de las hostilidades en Siria, y los invito a todos a rezar para que este resquicio pueda dar alivio a la población sufriente y abra el camino al diálogo y a la paz tan deseada". 

Por otra parte el Sucesor de Pedro manifestó su cercanía a las víctimas del ciclón que ha azotado a la población de las islas Fiyi: "También deseo asegurar mi cercanía al pueblo de las Islas Fiyi, duramente azotado por un ciclón devastador. Rezo por las víctimas y por quienes que están comprometidos con las operaciones de socorro".

Por último, el saludo del Papa a todos los peregrinos de Roma, Italia y de diversos países; como a los fieles de Gdansk, a los indígenas de Biafra, a los estudiantes de Zaragoza, Huelva, Córdoba y Zafra, a los jóvenes de Formentera y los fieles de Jaén. También a los grupos de polacos residentes en Italia; a los fieles de Cascia, Desenzano del Garda, Vicenza, de Castiglione d'Adda y Rocca di Neto, y a los numerosos jóvenes de la Tendopoli de San Gabriel de la Dolorosa; a los chicos de los Oratorios de Rho, Cornaredo y Pero, y a los de Buccinasco, como a la Escuela delle Suore Dimesse di Maria Immacolata de Padua, y al grupo presente en la plaza de san Pedro con motivo del “Día de las Enfermedades Raras", a cuyas asociaciones de ayuda mutua, el pontífice dirigió su especial oración y aliento.

"Les deseo a todos un buen domingo", concluyó, "no se olviden, por favor, de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!"

(Traducción del italiano: Griselda Mutual, Radio Vaticano)


“La invencible paciencia de Jesús, nos invita siempre a la conversión”, el Papa en el Ángelus

(RV).- “Un año de gracia: el tiempo del ministerio de Cristo, el tiempo de la Iglesia antes de su regreso glorioso, el tiempo de nuestra vida, marcado por un cierto número de Cuaresmas, que se nos ofrecen como ocasiones de arrepentimiento y de salvación”. Con estas palabras el Papa Francisco reiteró la invitación que el Señor nos hace para vivir intensamente este tiempo litúrgico y buscar la conversión.

En la tradicional cita mariana dominical, con la participación de numerosos fieles y peregrinos en la Plaza de San Pedro, el Pontífice invocó la protección de la Virgen María, “para que podamos abrir el corazón a la gracia de Dios, a su misericordia; y nos ayude a no juzgar jamás a los demás, sino a dejarnos interpelar por las desgracias cotidianas para hacer un serio examen de conciencia y arrepentirnos”.

Comentando el pasaje evangélico, que la liturgia presente este tercer domingo de Cuaresma, El Santo Padre recordó que muchas veces el hombre juzga de modo equivocado los acontecimientos de nuestro tiempo, señalando que las desgracias suceden porque es signo que Dios los ha castigado por alguna culpa grave que han cometido. “Jesús rechaza claramente esta visión, dijo el Papa, porque Dios no permite las tragedias para castigar las culpas, y afirma que aquellas pobres víctimas no eran peores de los otros. Más bien, Él invita a sacar de estos hechos dolorosos una enseñanza que se refiere a todos, porque todos somos pecadores; de hecho, dice a aquellos que le habían interpelado: «Si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera» (v. 3)”.

Antes de concluir su discurso, el Papa Francisco invito a reflexionar sobre: ¿Qué idea de Dios nos hemos hecho? ¿Estamos realmente convencidos que Dios es así, o esto no es otra cosa que nuestra proyección, un dios hecho “a nuestra imagen y semejanza”? Jesús, afirma el Pontífice, “nos invita a cambiar el corazón, a hacer una radical inversión en el camino de nuestra vida, abandonando los compromisos con el mal, las hipocresías, para retomar decididamente el camino del Evangelio”.