domingo, 17 de abril de 2016

“Nadie puede llamarse seguidor de Jesús, si no escucha su voz”, el Papa en el Regina Coeli

(RV).- Una soleada plaza de San Pedro acogió este domingo 17 de abril, cuarto de Pascua, a miles de fieles y peregrinos de tantas partes del mundo llegados, como cada domingo, para rezar junto al Papa Francisco el Regina Coeli, escuchar sus palabras y recibir su bendición.

Antes de rezar a la Madre de Dios, el Papa comentó el pasaje del Evangelio de Juan, que nos presenta la dedicación del templo de Jerusalén y las palabras pronunciadas por Jesús, que se presenta como el Buen Pastor y habla de sus ovejas que escuchan su voz y lo siguen. 

“Nadie puede llamarse seguidor de Jesús, si no escucha su voz” subrayó  el Pontífice y explicó que la imagen del pastor indica la estrecha relación que Jesús quiere establecer con cada uno de nosotros porque Él es nuestro guía y salvador, así como nuestra vida es plenamente segura en las manos de Jesús y del Padre, que son una sola cosa, rebelados para siempre en el sacrificio de la cruz.”

Un misterio que se renueva siempre en la Eucaristía – afirmó – de la cual las ovejas se nutren y donde se vuelven una sola cosa entre ellas y con el Buen Pastor.

¡Nadie podrá arrancarnos de las manos de Jesús, porque nada ni nadie puede vencer su amor! aseguró Francisco, y finalmente pidió que la Virgen que ha escuchado y seguido la voz de Jesús, “nos ayude a recibir con alegría la invitación de Jesús a transformarnos en sus discípulos, y a vivir siempre en la certeza de ser en las manos paternas de Dios”.

(MCM-RV)

Palabras del Papa después del Regina Coeli

Después del rezo a la Reina del Cielo, el Papa Francisco  invitó a rezar por las poblaciones de Ecuador y Japón, sacudidas por terremotos y agradeció las oraciones que lo acompañaron en su visita a Lesbos:

«Queridos hermanos y hermanas, buenos días

Agradezco a cuantos han acompañado con la oración la visita que realicé ayer a la isla de Lesbos, en Grecia. A los prófugos y al pueblo griego les he llevado la solidaridad de la Iglesia. Estaban conmigo el Patriarca Ecuménico Bartolomé y el Arzobispo Jerónimo, como signo de la unidad en la caridad de todos los discípulos del Señor.

La noche pasada un violento terremoto sacudió Ecuador, causando numerosas víctimas e ingentes daños. Recemos por aquellas poblaciones y también por las de Japón, donde también hubo algunos terremotos en estos días. Que la ayuda de Dios y de los hermanos les de fortaleza y sostén».

El Papa recordó asimismo la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones:

«Hoy es la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Estamos invitados a rezar por las vocaciones al sacerdocio y  a la vida consagrada. En esta jornada he ordenado esta mañana a once nuevos sacerdotes. Renuevo mi saludo a los nuevos presbíteros, a sus familiares y amigos, e invito a todos los sacerdotes y seminaristas a participar en su Jubileo, los primeros tres días de junio».

Luego, su saludo con afecto a los peregrinos provenientes de Italia y de tantas partes del mundo. Familias, grupos parroquiales, escuelas y asociaciones. Y su bendición:

«Saludo en particular a los fieles de Madrid, San Pablo, de Brasil y Varsovia. Así como a los peregrinos de diversas las diócesis italianas y a un grupo de padres de familia impulsores de la terapia intensiva neonatal».

Una vez más, la preocupación del Papa por los que tienen dificultades laborales:

«Estoy cerca de tantas familias preocupadas por el problema del trabajo. Pienso en particular en la situación precaria de los trabajadores italianos de los ‘Call Center’: deseo que sobre todo prevalezca siempre la dignidad de la persona humana.

A todos les deseo un feliz domingo. Y por favor, no se olviden de rezar por mí. Buen almuerzo y hasta la vista.»

(CDM – RV)


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