lunes, 20 de junio de 2016

“Emigrantes y refugiados nos interpelan. La respuesta del Evangelio de la misericordia”, tema de la Jornada Mundial del Refugiado

(RV).- El 20 de junio se celebra la Jornada Mudial del Emigrante y del Refugiado, fecha fijada por la ONU en el año 2000 como expresión de solidaridad con África, continente que alberga a la mayoría de los refugiados del mundo, haciendo coincidir este día con el aniversario de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados firmada en 1951.

El objetivo de esta Jornada es hacer un llamamiento global a Gobiernos y sociedades con el fin de concientizar sobre la grave situación que padecen millones de refugiados en el mundoLa Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, también conocida como ACNUR, calcula que cada minuto aproximadamente ocho personas, se ven forzadas a huir de sus tierras para salvar sus vidas escapando de la guerra, la persecución y el terror.

En los últimos años el número de migrantes se ha incrementado de manera incipiente, especialmente en Europa donde se han producido llegadas masivas de precarias embarcaciones que transportan a cientos de hermanos que arriesgan sus vidas en busca de la esperanza de poder construir un futuro mejor, aunque no todos lo consiguen, trágicamente miles de ellos han fallecido en las aguas del Mar Mediterráneo. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 140.000 personas han llegado a Europa, cruzando los distintos puntos fronterizo, en lo que va de año.

“Emigrantes y refugiados nos interpelan. La respuesta del Evangelio de la misericordia”, es el tema elegido por el Papa Francisco para la Jornada de este año 2016. Enmarcado en el Año de la Misericordia, el Pontificio Consejo de la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes, explicó en un comunicado, que el Papa quiere hacer presente con este tema “la dramática situación de tantos hombres y mujeres, "obligados a abandonar su propia tierra” e invita al pueblo cristiano a "reflexionar durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales, entre las que se encuentra la de hospedar a los forasteros”. Por último, el Consejo sugiere que esta jornada sea celebrada particularmente a nivel diocesano y nacional, en el ámbito más cercano a los inmigrantes y refugiados, con su participación, e implicando también a otras comunidades cristianas y no cristianas.

Como sociedad, no podemos negar esta crisis migratoria que sufre la humanidadEn este contexto, recordamos las palabras del Papa, refiriéndose una vez más a la urgente necesidad de ayudar a nuestros hermanos refugiados. «Millones de familias refugiadas de muchos países y de diferentes profesiones religiosas viven historias dramáticas y heridas que difícilmente podrán ser curadas», afirmó. Y pidió que «estemos cerca de ellos, compartiendo sus miedos e incertidumbres por el futuro y aliviando sus sufrimientos» de forma concreta. Porque, como señaló el Pontífice, «Jesús fue un refugiado que tuvo que huir para salvar la vida».

SL-RV


No hay comentarios.:

Publicar un comentario