viernes, 18 de marzo de 2016

“Unidad, gloria y mundo”, el Papa al Camino Neocatecumenal

(RV).- “Muestren a los hijos la mirada tierna del Padre y consideren un don las realidades que encontraran; familiaricen con las culturas, las lenguas y los usos locales, respetándolas y reconociendo las semillas de gracia que el Espíritu ha ya sembrado”, lo dijo el Papa Francisco en su discurso a los miembros del Camino Neocatecumenal, a quienes recibió en Audiencia la mañana de este viernes 18 de marzo, en el Aula Pablo VI del Vaticano.

“Quiero subrayar tres palabras que el Evangelio les ha apenas entregado, les dijo el Obispo de Roma, como un mandato para la misión: unidad, gloria, y mundo”.

Unidad

Hablando de la unidad, el Santo Padre recordó las palabras de Jesús a sus discípulos “sean perfectos en la unidad, para que sean una sola cosa, como Él y el Padre”. Ustedes han recibido un gran carisma para la renovación bautismal de la vida. Cada carisma es una gracia de Dios para aumentar la comunión, dijo el Papa, pero el  carisma puede deteriorarse cuando nos cerramos o jactamos, cuando nos queremos distinguir de los demás. Por eso, es necesario custodiarlo. La única vía para hacerlo precisó el Pontífice es la vía de la unidad humilde y obediente. “Es siempre necesario vigilar el carisma, purificando los eventuales excesos humanos mediante la búsqueda de la unidad con todos y la obediencia a la Iglesia”.

Por ello, es importante vivir este carisma en la Iglesia, dijo el Papa, porque “de ella hemos renacido, de ella somos nutridos con el Pan de vida, de ella recibimos palabras de vida, somos perdonados y acompañados a casa. Esta es la fecundidad de la Iglesia, que es Madre: no una organización que busca adeptos, o un grupo que va adelante siguiendo la lógica de sus ideas, sino una Madre que transmite la vida recibida de Jesús”. Esta fecundidad se expresa a través del ministerio y  la guía de los Pastores, agregó el Obispo de Roma, y la institución es un carisma, porque planta sus raíces en la misma fuente, que es el Espíritu Santo. Él es el agua viva, pero el agua puede continuar a dar vida sólo si la planta es bien cuidada y podada. Por ello, dijo, sacien su sed en la fuente del amor, el Espíritu Santo, y cuídenla, con delicadeza y respeto, desde el entero organismo eclesial, especialmente desde las partes más frágiles, para que crezca todo junto, armonioso y fecundo.

Gloria

Comentando la Pasión de Jesús, el Sucesor de Pedro señaló que el Señor pre-anunció que sería “glorificado” en la cruz. “Pero es una gloria nueva: la gloria mundana se manifiesta cuando se es importante, admirado, cuando se obtiene suceso. En cambio, la gloria de Dios se revela en la cruz: es el amor, que ahí resplandece y se difunde. Es una gloria paradójica: sin aclamaciones, sin ganancia y sin aplausos”. Sólo está gloria, dijo el Papa, hace que el Evangelio sea fecundo. Del mismo modo, “la Madre Iglesia es fecunda cuando imita el amor misericordioso de Dios, que se propone y jamás se impone. Es esa la humildad, actúa como la lluvia en la tierra, como el aire que se respira, como una pequeña semilla que lleva un fruto en el silencio. Quien anuncia el amor no puede dejar de hacerlo con el mismo estilo del amor.

Mundo

“Dios ha amado tanto al mundo”, con el pasaje del Evangelio de Juan, el Papa Francisco señaló que: “quien ama no está lejos, sino va al encuentro. Dios no es atraído por la mundanidad, al contrario, la detesta; pero ama el mundo que ha creado, y ama a sus hijos en el mundo así como son, ahí donde viven, incluso si están alejados”. Por ello, dijo el Papa, “muestren a los hijos la mirada tierna del Padre y consideren un don las realidades que encontraran; familiaricen con las culturas, las lenguas y los usos locales, respetándolas y reconociendo las semillas de gracia que el Espíritu ha ya sembrado. Sin ceder a la tentación de trasplantar modelos adquiridos, siembren el primer anuncio: lo que es más bello, más grande, más atrayente y al mismo tiempo más necesario”.

(Renato Martinez – Radio Vaticano)

Palabras del Santo Padre Francisco:

 

 

 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario